Hola a todos y todas
Hoy os preguntaréis cual es el tema a abordar. Pues bien, se
trata de descubrir el cómo ven las personas con baja visión y descubrir a lo
largo del post que patologías existen para diagnosticar la misma.
No todas las personas que no ven bien o tenemos baja visión
vemos igual y a la misma vez no todas
tienen la oportunidad a pertenecer a instituciones tales como la ONCE. Estas
personas se dice según Sánchez Caballero
(2020) y Bermejo Martínez (2022) que ‘’están en tierra de nadie’’ , que
supuestamente ven bien y encima son vistas como ‘’maleducadas’’ a los ojos de
la gente.
¿Por qué? Porque resulta que las personas que ven
perfectamente no son conscientes de que están tratando con una persona con baja
visión, porque en mi caso me ven con el bastón y me preguntan que si me he
quedado ciega y evidentemente les digo que no que simplemente no veo bien y
tengo un resto visual razonable para poder ser medio autónoma.
Por otro lado las personas con baja visión no afiliadas a
ONCE no tienen ni pueden acceder a un rehabilitador visual y esto es debido a
que solo existe esta figura en esta institución.
https://www.youtube.com/watch?v=ZMPYXKWBmpc&t=1383s
Ahora bien, ¿cómo ve una persona con baja visión?
https://www.youtube.com/watch?v=4nEkQa1Y_2o&t=7s
Albinismo
El albinismo es una condición genética que determina un
fenotipo (apariencia física) muy característico, debido a la ausencia o
reducción de pigmentación en la piel, ojos y pelo.
Se trata de una condición metabólica poco habitual, debida a
un defecto en el gen que se encarga de la síntesis y distribución de la
melanina.
El albinismo tiene una incidencia mundial baja: una de cada 20.000 personas.
Afecta del mismo modo a todas las razas. Las personas albinas se caracterizan
por tener el pelo blanco o ligeramente dorado, la piel muy pálida o con un tono
rosado, y los ojos azul violeta o rojizos, aunque la coloración rojiza la
podemos observar al incidir la luz sobre los ojos, ya que al no existir
pigmentación se ven reflejados los vasos sanguíneos.
El albinismo causa un déficit de pigmentación en la retina,
iris y coroides (revestimiento vascular que oscurece el ojo) lo que provoca que
la pupila se vea con un color rojo profundo y que el iris tenga un color azul
claro grisáceo o violáceo.
La fóvea, que es la zona de visión más nítida de la retina,
está poco desarrollada por la falta de pigmento, lo que limita la función
visual.
Los albinos también carecen de visión binocular debido a un
defecto en el cruzamiento de las fibras del nervio óptico y su conexión con el
cerebro.
La falta de pigmentación causa algunos problemas como:
• Agudeza visual disminuida desde 20/60 a 20/400.
• Nistagmus: movimiento irregular y rápido de lado a lado de los ojos.
• Estrabismo: ojos cruzados o sin coordinación.
• Fotofobia: sensibilidad a luces muy brillantes o al resplandor.
Normalmente, se detecta por la apariencia de la persona, se
confirma con un examen ocular completo realizado por un oftalmólogo y una
evaluación genética junto con la investigación de la historia familiar.
Para más información:
Asociación de Ayuda a las Personas con Albinismo, ALBA: www.albinismo.es
Aniridia
La aniridia es una enfermedad congénita de origen genético.
Si bien la palabra "aniridia" significa literalmente "falta del
iris", es en realidad un trastorno en el que están involucradas varias
estructuras oculares. Generalmente es bilateral e incompleta, pues en la
mayoría de los casos existe un iris incipiente que no ha llegado a
desarrollarse.
Está producida por una falta de desarrollo del globo ocular
durante el embarazo, debido a una mutación genética, en el par 13 del cromosoma
11, que afecta al gen PAX6 responsable de la formación del ojo y otras
estructuras, por lo que se asocia en algunos casos con malformaciones en otros
órganos del cuerpo.
El primer síntoma que se detecta es la fotofobia pero además
la falta de desarrollo de la retina y el nervio óptico ocasiona una baja
agudeza visual siendo con frecuencia del 20% o menor.
Las personas con aniridia pueden también padecer otras alteraciones
oculares:
• Nistagmo: movimiento constante e involuntario del ojo.
• Glaucoma: presión intraocular elevada que puede dañar permanentemente el
nervio óptico.
• Cataratas: opacidad del cristalino.
• Queratopatía: alteraciones de la cornea, por una deficiencia de células madre
limbales.
La aniridia puede encontrarse de manera aislada o como parte
de un síndrome, siendo el más frecuente el síndrome de WAGR (tumor de Wilms,
aniridia, alteraciones genitourinarias y retraso mental).
No existe un tratamiento curativo de la aniridia, si bien se
pueden tratar algunas alteraciones y complicaciones asociadas por lo que los
pacientes requieren frecuentes revisiones y controles oftalmológicos y
generales.
Para más información:
Asociación Española de Aniridia: Web
Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)
La Degeneración Macular Asociada a la Edad es la primera
causa de pérdida de visión del mundo occidental en pacientes de más de
cincuenta años. Es una enfermedad degenerativa que afecta a la zona de la
retina especializada en la visión fina de los detalles y que nos permite leer o
distinguir las caras de las personas (la mácula).
Existen muchos subtipos de DMAE, pero básicamente hay dos
grandes formas: la húmeda, o exudativa, y la seca, o atrófica.
La DMAE húmeda es la forma menos frecuente (cerca del 15%),
pero es la que tiene una progresión más rápida. Necesita tratamiento inmediato
para evitar que se destruya la visión central de forma irreversible en un periodo
corto de tiempo (semanas o meses). Produce hemorragias y derrames dentro de las
capas de la retina, provocadas por pequeñas venas anormales que invaden la
retina, desde la coroides, y acaban por destruir la arquitectura neural de la
mácula, lo que causa una pérdida de visión justo en el centro del campo visual.
La enfermedad suele empezar en un ojo, aunque acaba
afectando a los dos. Por esta razón, es posible que el paciente no se dé cuenta
del problema visual a no ser que, de forma fortuita, se tape el ojo sano y
empiece a ver las líneas distorsionadas con el ojo afectado (metamorfopsia). En
los últimos años se han producido avances científicos muy importantes en el
tratamiento de la DMAE húmeda y han aportado una nueva esperanza de preservar
la visión a los pacientes.
El principal tratamiento para intentar controlar la DMAE
húmeda se realiza a partir de la aplicación de fármacos antiangiogénicos,
mediante inyecciones intraoculares directamente en la cavidad vítrea. El
fármaco actúa bloqueando la molécula que causa el desarrollo y la progresión de
las membranas neovasculares en la DMAE húmeda: el factor de crecimiento del
endotelio vascular (VEGF). Este tratamiento consigue detener la enfermedad en
tres de cada cuatro casos y mejorarla en uno de cada tres. En casos
seleccionados o resistentes, deben intentarse otros tratamientos alternativos,
como la fotocoagulación láser, ya sea directa o de los vasos nutrientes, la
terapia fotodinámica y, en algunos casos, la combinación con microcirugía
vitreorretiniana macular.
La DMAE seca constituye el 85 % de todos los casos de
degeneración macular asociada a la edad. Aunque su incidencia es mucho mayor y
la discapacidad visual que provoca es muy grave, erróneamente se considera más
benévola que la húmeda, por presentar una evolución lenta a lo largo de los
años. En este tipo de degeneración macular la pérdida de agudeza visual es más
lenta, lo que proporciona una visión central aparentemente buena. Por ejemplo,
en el caso de la lectura, aunque el paciente puede ver bien cada una de las
letras de forma independiente, no puede ver la siguiente ni las anteriores. No
es capaz de encadenarlas y, en consecuencia, no puede leer.
En la actualidad no existe tratamiento para la DMAE
atrófica, aunque la investigación llevada a cabo en todo el mundo es muy
intensa y prometedora.
Aunque no hay ninguna manera conocida de prevenir la
degeneración macular de forma absoluta, los factores del estilo de vida pueden
reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad:
— No fumar.
— Seguir una dieta sana, rica en frutas y verduras y baja en grasa animal.
— Hacer ejercicio de manera regular.
— Mantener un peso saludable.
Glaucoma
El Glaucoma es un grupo de enfermedades visuales que tienen
en común la degeneración progresiva del nervio óptico. Entre los factores que
causan esta degeneración el más conocido y sobre el que se puede actuar hoy en
día es la presión intraocular (PIO). La evolución es mayoritariamente lenta por
lo que los pacientes no notan la pérdida visual hasta que la enfermedad está muy
avanzada. Si no se produce un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado,
se puede producir pérdida visual irreversible, de ahí la importancia de
efectuar revisiones oftalmológicas periódicas.
El diagnóstico del glaucoma lo tiene que realizar un oftalmólogo
con la tecnología adecuada. Se requieren principalmente las siguientes pruebas
de evaluación:
• Medición de la presión del ojo (Tonometría).
• Prueba de visión lateral o periférica (Campimetría).
• Inspección del ángulo de drenaje del ojo (Gonioscopia).
• Inspección del nervio óptico (Oftalmoscopia).
• Medición del grosor de la córnea (Paquimetría).
El glaucoma es una enfermedad crónica cuyo tratamiento a día
de hoy se centra en la disminución de la PIO y que en función del grado de
avance de la enfermedad y situación del paciente puede enfocarse desde un punto
de vista farmacológico y/o quirúrgico.
Para más información:
Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares, AGAG: www.asociaciondeglaucoma.es
Asociación Gallega de Glaucoma: www.asoglaucoma.info/asociacion/
Miopía Magna
La miopía es un defecto de refracción del ojo en la que las
imágenes quedan enfocadas por delante de la retina. Esto da lugar a una visión
borrosa de los objetos lejanos siendo necesaria la corrección óptica (con gafas
o lentes de contacto) o quirúrgica para conseguir una visión correcta. La
miopía de baja graduación o miopía simple es una alteración muy frecuente con
la única repercusión ocular de tener que llevar gafas.
Por el contrario, cuando la miopía es elevada (mayor de 6
dioptrías) se denomina miopía magna o miopía patológica. A diferencia de la
miopía simple, la miopía magna es una enfermedad ocular en la que existe un
alargamiento excesivo del globo ocular que da lugar a un estiramiento anómalo
de todas las estructuras del ojo, especialmente de la retina que queda
adelgazada y la predispone a tener alteraciones.
Tener miopía magna no consiste únicamente en tener muchas
dioptrías. Las personas con miopía magna tienen una mayor susceptibilidad de
presentar complicaciones oculares. Se ha asociado con un mayor riesgo de tener
cataratas, glaucoma o alteraciones del polo posterior del ojo (atrofia coriorretiniana,
degeneración retiniana, desprendimiento de retina, alteraciones del disco
óptico o degeneración macular). Este riesgo es mayor cuanto más elongado está
el globo ocular. Aunque muchas de estas alteraciones tienen tratamientos
efectivos, en ocasiones las consecuencias de estas complicaciones pueden
comprometer de forma importante la visión de la persona con miopía magna. La
detección precoz y el tratamiento de estas complicaciones son esenciales para
minimizar las lesiones.
La miopía magna se considera una enfermedad ocular crónica
con riesgo de tener complicaciones oculares graves; por ello, es muy importante
someterse a un control periódico por un oftalmólogo experto, ya que si se
detectan precozmente y se tratan adecuadamente se pueden evitar futuras
consecuencias visuales serias.
Para más información:
Asociación de Miopía Magna con Retinopatía, AMIRES: www.miopiamagna.org
Retinopatía Diabética
Es la enfermedad vascular más frecuente de la retina. Se
origina por el daño producido en los vasos retinianos a causa de la
descompensación metabólica de la diabetes. Comporta una pérdida de visión que
en ocasiones puede ser muy importante.
Con el mantenimiento de elevados niveles de glucemia, las
paredes de los vasos retinianos se alteran y se vuelven más permeables, dejando
pasar fluido al espacio extracelular. En casos más avanzados, se produce una
proliferación de vasos sanguíneos anómalos que originan hemorragias. La
presencia de sangre en el espacio vítreo (gel transparente que rellena el globo
ocular), hace que éste se vuelva opaco, causando una disminución de la visión
que en general se produce de forma brusca.
Con frecuencia el paciente no es consciente de la enfermedad
hasta que el daño es severo.
Los síntomas de retinopatía diabética pueden ser:
• Visión borrosa y pérdida gradual de la visión.
• Visión de manchas o “moscas volantes”.
• Sombras o áreas de visión perdidas.
• Dificultad para ver de noche.
La población diabética debe realizar un control estricto de
su glucemia, de la presión arterial y de los lípidos plasmáticos. Existen otros
factores que influyen negativamente en la retinopatía diabética como la
obesidad, el tabaquismo o el sedentarismo. Estos pacientes (que ascienden a más
de 200 millones en todo el mundo) requieren revisiones periódicas de la retina
ya que, generalmente, la retinopatía diabética no provoca síntomas hasta que la
lesión es severa.
La retinopatía puede afectar a la mácula (zona central de la
retina responsable de la visión de detalle) o a su periferia. Según la zona
afectada y el grado de desarrollo de la enfermedad, los especialistas disponen
de diferentes opciones de tratamiento, como la fotocoagulación con láser, las
inyecciones intravítreas o la cirugía (vitrectomía). Otras complicaciones
visuales asociadas a la diabetes, como el glaucoma o las cataratas, requieren
tratamientos específicos.
Para más información:
Federación de Diabéticos Española: www.fedesp.es
Distrofias Hereditarias de la Retina
Retinosis Pigmentaria (RP)
La Retinosis Pigmentaria es un grupo de enfermedades
degenerativas y hereditarias de la retina que producen un mal funcionamiento de
los fotorreceptores por un defecto genético y la consecuente muerte precoz de
los mismos. Aunque se nace con la enfermedad habitualmente no se hace patente
hasta la segunda década de la vida. Los síntomas más frecuentes son la ceguera
nocturna y la disminución progresiva del campo visual hasta llegar a la
conocida como visión en túnel. En fases avanzadas de la enfermedad hay también
pérdida de agudeza visual, alteración de la visión de los colores, pérdida de
contraste y deslumbramiento, evolucionando en muchos casos hacia la ceguera.
Es una enfermedad considerada rara ya que tiene una prevalencia
escasa en torno a uno de cada 3.700 habitantes. La RP es una patología compleja
y heterogénea tanto en su origen genético como en su forma de presentación y en
su evolución. Se conocen más de 60 genes y cientos de mutaciones en los mismos
que pueden producir Retinosis Pigmentaria por lo que obtener un diagnóstico
genético no es sencillo. Además, con estos genes sólo se consigue diagnosticar
a un 60% de los afectados, por lo que se cree que aún quedan muchos genes por
descubrir.
La RP puede presentarse de manera aislada o acompañando a
otra sintomatología extraocular, en lo que se conoce como RP sindrómica. De
estos síndromes el más frecuente es el Síndrome de Usher, que presenta RP y
sordera en diferentes grados, siendo una de las principales causas de
sordoceguera.
En la actualidad no existe ningún tratamiento que cure la
RP, si bien existen prometedoras líneas de investigación sobre todo en el campo
de la terapia génica y de las células madre que ofrecen esperanza para los
próximos años. Para lo que si hay tratamiento es para algunas de las
complicaciones que con frecuencia aparecen en el curso de la enfermedad como el
edema macular o la catarata, por lo que es de vital importancia seguir
controles médicos por un oftalmólogo con experiencia en tratar esta patología.
Es también muy importante protegerse de la luz, especialmente de aquella de
espectro azul y ultravioleta, por ser la más perjudicial para la retina. Para
ello se recomienda el uso de filtros de corte selectivo según indicación de
nuestro óptico especialista en baja visión.
Para más información:
Asociación de Afectados por la Retinosis Pigmentaria en Gipuzkoa,
Begisare: www.begisare.org
Asociación Retina Madrid- Fundación Retina España: www.retina.es
Asociación Retina Navarra: www.retinanavarra.org
Asociación Retina Asturias: www.retinosis.org
Federación Asociaciones Retinosis Pigmentaria España, FARPE: www.retinosisfarpe.org
Asociación de Sordociegos de España, ASOCIDE: www.asocide.org
Amaurosis Congénita de Leber (LCA)
Distrofia congénita de retina que provoca ceguera precoz.
Enfermedad genéticamente compleja que se hereda de forma autosómica recesiva.
Actualmente, se encuentra en fase de ensayo clínico en humanos la terapia
génica para LCA, pero sólo para las causadas por RPE65. El gen RPE65 es
responsable de un gran porcentaje de casos de LCA en Europa Central y del
Norte; sin embargo, en el Estado español son más frecuentes las mutaciones
CRB1.
Enfermedad de Stargardt
La enfermedad de Stargardt es una enfermedad hereditaria de
la retina que afecta mayoritariamente a los conos y se caracteriza por una
degeneración macular (zona central de la retina dotada de la máxima
sensibilidad que permite la visión fina de los detalles). Se presenta un caso
por cada 10.000 personas aproximadamente. Se produce en la mayoría de los casos
por una mutación en el gen ABCA4 que se transmite según un patrón autosómico
recesivo. El inicio de los síntomas tiene lugar en la infancia o adolescencia.
Cursa con visión borrosa central, zonas ciegas en el campo visual (escotomas),
dificultad para adaptarse a la penumbra y deslumbramiento. En los niños
pequeños pueden no observarse aún las lesiones maculares características,
aunque la enfermedad ya se manifieste, lo cual puede retardar el diagnóstico.
No existe tratamiento curativo en la actualidad, si bien se están desarrollando
varias líneas de investigación esperanzadoras. Es importante, sin embargo, que
las personas afectadas se protejan de la luz solar mediante el uso de viseras y
gafas con filtros de corte selectivo así como evitar la ingesta de vitamina A.
Para más información:
Enfermedad de Stargardt: stargardtpress.com
Otras Distrofias Hereditarias
Son numerosas las distrofias hereditarias que afectan a la retina
y otras estructuras oculares, compartiendo algunas de ellas síntomas y signos
clínicos, lo que dificulta en muchas ocasiones un correcto diagnóstico,
especialmente en fases avanzadas de la enfermedad. Algunas de ellas son:
Coroideremia, Distrofias de Conos y Bastones, Retinosquisis, Atrofia Girata,
Distrofia Cristalina de Bietti, …
https://www.tuoptometrista.com/patologias-que-producen-baja-vision-y-sus-efectos/
Para ellos es difícil:
- Leer
- Usar una computadora o una
tableta
- Escribir
- Ver televisión
- Reconocer caras
- Ver interruptores, diales
u otros controles mecánicos
- Ver el tablero en el salón
de clase
- Ir de compras
- Conducir automóvil
Patrones de visión y pérdida de visión
Visión central
Esta es la visión detallada que utilizamos cuando miramos
directamente a algo. Las condiciones que dañan la mácula (el
centro de la retina), como la degeneración
macular (DM) pueden afectar la visión central.
Visión Periférica
Esta es la visión menos detallada que utilizamos para ver
hacia los lados, fuera del área que estamos mirando directamente. El glaucoma o
la retinitis pigmentosa suelen afectar primero la visión periférica.
La retinopatía
diabética, los accidentes cerebrovasculares y las limitaciones visuales
cerebrales/corticales pueden afectar la visión periférica y central en
cualquiera de los ojos.
Sensibilidad de contraste
Esta es la capacidad de diferenciar objetos o tonos
similares como la leche en una taza blanca o distinguir rasgos faciales. La
mayoría de los problemas visuales pueden reducir la sensibilidad de contraste.
Percepción de profundidad
Esta es la capacidad de juzgar la posición de los objetos en
el espacio que nos rodea. La pérdida de visión en un ojo o un daño cerebral
pueden afectar la percepción de profundidad como calcular la altura de un
escalón o alcanzar una taza.
Las visiones fantasma del síndrome de Charles Bonnet
Cerca de 20 a 30 por ciento de las personas con pérdida de
visión, ven imágenes que parecen reales pero que saben que no lo son. Es lo que
se llama el síndrome
de Charles Bonnet (SCB). Esta es apenas una parte de la pérdida de visión
para algunas personas. Es similar a lo que ocurre a aquellos que han perdido un
miembro y aún sienten dolor fantasma y no se trata de un signo de problemas de
salud mental.